lunes, octubre 02, 2006

RODRIGO SEPULVEDA Y PADRE NUESTRO




Lleva varios meses esperando su turno. Diversas vicisitudes la han hecho postergar su estreno cuando ya está lista hace casi un años. Pero por fin, “Padre nuestro”, el segundo largometraje del realizador nacional Rodrigo Sepúlveda (“El ladrón y su mujer”) tiene fecha definitiva de estreno: este 5 de octubre. Aunque antes fue exhibido en festivales como el de Viña del mar y Sanfic.

Protagonizada por la actriz argentina Cecilia Roth, junto a Jaime Vadell (mejor actor en el Festival de Valdivia), Amparo Noguera, Luis Gnecco y Francisco Pérez Bannen, la película es un drama entremezclado con comedia, y fuertes dosis de humor negro, que parte de una historia fuertemente autobiográfica de su director, para convertirse en un relato profundo, certero y divertido de la familia y la clase media chilena.

-¿Cómo surgió la idea de este proyecto?
“Fue cuando nos avisaron que nuestro padre estaba en un hospital en Viña del Mar y que posiblemente iba a morir. Nos subimos en un auto con mis hermanos y una cuñada y se produjo una situación muy familiar y muy chilena. Todos hablábamos de muchas cosas y no hablábamos de nada”.

Según Sepúlveda, en ese viaje se produjo un regreso a la infancia, “nos acordamos de muchas cosas, nos reímos mucho, lloramos un poquito, pero todo esto tenía una cosa divertida, un carácter de comedia. Y cuando volvimos, empecé a escribir”.

PURO HUMOR NEGRO
Es ese tono el que se palpa en toda la película. Una suerte de homenaje pero sincero en su crudeza, donde el padre es un vividor, un irresponsable, pero un gran tipo. Una historia retratada con emotividad y humor, en situaciones muy chilenas a partir de la tragicomedia de un hombre de 72 años que encuentra la oportunidad para reencontrarse con su familia cuando está a punto de morir.

-¿Cómo surge el humor en una situación que es dramática?
-“Es que la situación de ir a ver a mi padre era tragicómica. Se iba a morir y nos trataba de hacer reír y nosotros a el también. Eso es muy chileno. Están los chistes de funerales, siempre se hacen chistes de cosas trágicas. El humor negro es una característica muy nuestra. Además, es una película sobre la clase media, a la cual pertenezco. Y los cineasta chilenos tenemos una deuda con la clase media”.

Jaime Vadell es Caco, quien no sorprenderá a los que saben de su potencial, pero saben que aún no había la oportunidad de lucirlo en el cine, salvo en “Tres tristes tigres”, de Raúl Ruiz y sólo la habíamos visto asomar por ahí en la mejor escena de “Coronación”. Vadell tiene una actuación de lujo, que ganará más de un premio y que sacará frases del tipo “La actuación que el cine chileno le estaba debiendo”.

Caco recibe a sus hijos a punta de tallas, aunque poco a poco van apareciendo tanto los recuerdos que duelen como los que los unen. Según Sepúlveda, es un personaje clásico de la fauna criolla. “Hay uno en todas las familias”, dice el director, ese que según un dicho de su propio padre: “Es feo, ladrón y borracho, pero buen muchacho”.

FANTASEANDO CON CECILIA ROTH

Previo al estreno oficial de “Padre nuestro”, en octubre, Rodrigo Sepúlveda trabaja en el Area Dramática de Canal 13 en una serie de proyectos. Estas incluyen los detalles de la segunda temporada de “Los simuladores”, las grabaciones del telefilm sobre Diego Portales que prepara para la serie “Héroes” que es parte del proyecto Bicentenario del canal y el desarrollo de una sitcom sobre los personajes de la familia “Sa-Sa”, aparecidos en la teleserie “Brujas”.

“Padre nuestro” incluye una galería de personajes bastante realistas y llenos de humanidad, entre los que destacan Coca Guazzini como la amante convertida en su última pareja y Gloria Munchmayer como la regenta de un mítico prostíbulo del puerto, donde trabaja su propia hija (en el film y la vida real), Catalina Guerra.

Aunque sin duda, una de las apuestas claves de la película fue tener en su reparto nada menos que a la actriz argentina y musa de Aristaraín y Almodóvar, Cecilia Roth (“Todo sobre mi madre”).

-¿Cómo surgió la posibilidad de contar con Cecilia Roth?
“Originalmente el papel de esposa del personaje de Luis Gnecco estaba pensado María Izquierdo (“Sexo con amor”, “Mujeres infieles”), pero por diversos motivos, la no pudo estar en la cinta. Entonces me empecé a dar muchas vueltas, y un referente que tenía era el personaje de Cecilia Roth en “Martín H”. Pensé podría ser así, con esa chispa y esa profundidad, y empecé a fantasear. Necesitaba a una actriz que fuera muy extravertida e introvertida a la vez, sin transiciones”.

Fue entonces que, según confiesa, “sin conocerla me mande un gran carril, que fue mandarle el guión a su representante. El me dijo que no tenía ninguna posibilidad por problemas de agenda, pero que igual le iba a entregar el guión. Dos días después me llama y me dice que lo leyó y que lo quería hacer, pero primero me quería conocer”.

Así, con el elenco perfecto, Sepúlveda pudo llevar a la pantalla esta historia que de tan personal, se convierte en un relato que conmueve e identifica a todo el que tenga conflictos familiares no resueltos. Y también a cualquiera que pueda descubrir esa cosa tan chilena de reírse de la desgracia. De mezclar la risa y el dolor.

- ¿Qué importancia tiene el humor?
“Yo creo que el humor es una forma de mantenernos sanos. Por un lado, es una forma de sanidad, pero también una forma de ocultamiento. A mí lo que me pasó al escribir el guión, era ver que había detrás de los chistes. Ahí apareció la relación con mi papá, con mis hermanos, lo que nos habíamos dicho y lo que no. La película me sirvió para tener la gran conversación que a todos nos queda pendiente cuando se muere el padre”.