lunes, octubre 02, 2006

RODRIGO SEPULVEDA Y PADRE NUESTRO




Lleva varios meses esperando su turno. Diversas vicisitudes la han hecho postergar su estreno cuando ya está lista hace casi un años. Pero por fin, “Padre nuestro”, el segundo largometraje del realizador nacional Rodrigo Sepúlveda (“El ladrón y su mujer”) tiene fecha definitiva de estreno: este 5 de octubre. Aunque antes fue exhibido en festivales como el de Viña del mar y Sanfic.

Protagonizada por la actriz argentina Cecilia Roth, junto a Jaime Vadell (mejor actor en el Festival de Valdivia), Amparo Noguera, Luis Gnecco y Francisco Pérez Bannen, la película es un drama entremezclado con comedia, y fuertes dosis de humor negro, que parte de una historia fuertemente autobiográfica de su director, para convertirse en un relato profundo, certero y divertido de la familia y la clase media chilena.

-¿Cómo surgió la idea de este proyecto?
“Fue cuando nos avisaron que nuestro padre estaba en un hospital en Viña del Mar y que posiblemente iba a morir. Nos subimos en un auto con mis hermanos y una cuñada y se produjo una situación muy familiar y muy chilena. Todos hablábamos de muchas cosas y no hablábamos de nada”.

Según Sepúlveda, en ese viaje se produjo un regreso a la infancia, “nos acordamos de muchas cosas, nos reímos mucho, lloramos un poquito, pero todo esto tenía una cosa divertida, un carácter de comedia. Y cuando volvimos, empecé a escribir”.

PURO HUMOR NEGRO
Es ese tono el que se palpa en toda la película. Una suerte de homenaje pero sincero en su crudeza, donde el padre es un vividor, un irresponsable, pero un gran tipo. Una historia retratada con emotividad y humor, en situaciones muy chilenas a partir de la tragicomedia de un hombre de 72 años que encuentra la oportunidad para reencontrarse con su familia cuando está a punto de morir.

-¿Cómo surge el humor en una situación que es dramática?
-“Es que la situación de ir a ver a mi padre era tragicómica. Se iba a morir y nos trataba de hacer reír y nosotros a el también. Eso es muy chileno. Están los chistes de funerales, siempre se hacen chistes de cosas trágicas. El humor negro es una característica muy nuestra. Además, es una película sobre la clase media, a la cual pertenezco. Y los cineasta chilenos tenemos una deuda con la clase media”.

Jaime Vadell es Caco, quien no sorprenderá a los que saben de su potencial, pero saben que aún no había la oportunidad de lucirlo en el cine, salvo en “Tres tristes tigres”, de Raúl Ruiz y sólo la habíamos visto asomar por ahí en la mejor escena de “Coronación”. Vadell tiene una actuación de lujo, que ganará más de un premio y que sacará frases del tipo “La actuación que el cine chileno le estaba debiendo”.

Caco recibe a sus hijos a punta de tallas, aunque poco a poco van apareciendo tanto los recuerdos que duelen como los que los unen. Según Sepúlveda, es un personaje clásico de la fauna criolla. “Hay uno en todas las familias”, dice el director, ese que según un dicho de su propio padre: “Es feo, ladrón y borracho, pero buen muchacho”.

FANTASEANDO CON CECILIA ROTH

Previo al estreno oficial de “Padre nuestro”, en octubre, Rodrigo Sepúlveda trabaja en el Area Dramática de Canal 13 en una serie de proyectos. Estas incluyen los detalles de la segunda temporada de “Los simuladores”, las grabaciones del telefilm sobre Diego Portales que prepara para la serie “Héroes” que es parte del proyecto Bicentenario del canal y el desarrollo de una sitcom sobre los personajes de la familia “Sa-Sa”, aparecidos en la teleserie “Brujas”.

“Padre nuestro” incluye una galería de personajes bastante realistas y llenos de humanidad, entre los que destacan Coca Guazzini como la amante convertida en su última pareja y Gloria Munchmayer como la regenta de un mítico prostíbulo del puerto, donde trabaja su propia hija (en el film y la vida real), Catalina Guerra.

Aunque sin duda, una de las apuestas claves de la película fue tener en su reparto nada menos que a la actriz argentina y musa de Aristaraín y Almodóvar, Cecilia Roth (“Todo sobre mi madre”).

-¿Cómo surgió la posibilidad de contar con Cecilia Roth?
“Originalmente el papel de esposa del personaje de Luis Gnecco estaba pensado María Izquierdo (“Sexo con amor”, “Mujeres infieles”), pero por diversos motivos, la no pudo estar en la cinta. Entonces me empecé a dar muchas vueltas, y un referente que tenía era el personaje de Cecilia Roth en “Martín H”. Pensé podría ser así, con esa chispa y esa profundidad, y empecé a fantasear. Necesitaba a una actriz que fuera muy extravertida e introvertida a la vez, sin transiciones”.

Fue entonces que, según confiesa, “sin conocerla me mande un gran carril, que fue mandarle el guión a su representante. El me dijo que no tenía ninguna posibilidad por problemas de agenda, pero que igual le iba a entregar el guión. Dos días después me llama y me dice que lo leyó y que lo quería hacer, pero primero me quería conocer”.

Así, con el elenco perfecto, Sepúlveda pudo llevar a la pantalla esta historia que de tan personal, se convierte en un relato que conmueve e identifica a todo el que tenga conflictos familiares no resueltos. Y también a cualquiera que pueda descubrir esa cosa tan chilena de reírse de la desgracia. De mezclar la risa y el dolor.

- ¿Qué importancia tiene el humor?
“Yo creo que el humor es una forma de mantenernos sanos. Por un lado, es una forma de sanidad, pero también una forma de ocultamiento. A mí lo que me pasó al escribir el guión, era ver que había detrás de los chistes. Ahí apareció la relación con mi papá, con mis hermanos, lo que nos habíamos dicho y lo que no. La película me sirvió para tener la gran conversación que a todos nos queda pendiente cuando se muere el padre”.

jueves, septiembre 21, 2006

SVEN NYKVIST EN CHILE





Se nos fue Sven. Sven Nyksvit, uno de los grands directores de fotografía de todos los tiempos. El colaborador clave de Ingmar Bergman, y también de Woody Allen. Uf!. Recuerdo una escena de "Crímenes y pecados" con Martin landau enfrentandose a la culpa y a Dios, que es puro trabajo de luz. Hizo alrededor de 100 películas. La última es de 1999, una de Peter Yates con James Spader, "The courtain call". Y antes de esa, "Celebrity", de Allen, en blanco y negro.
Entre sus otros films, además de los de Bergman y Allen, están "Huracán", "El amor de Swann", "La insportable levedad del ser", "El inquilino", de Roman Polanski; "El cartero llama dos veces" , de Bob Rafelson; "Chaplin", de Attenborough y"Sintonía de amor" de Nora Ephron.
Ganó dos Oscar (por "Gritos y susurros" y "Fanny y Alexander") y dirigió "The ox", por la cual estuvo nominado al Oscar a mejor película extranjera.
Lo que pocos saben es que estuvo en Chile. Fue a principios de los años 90, grabando un comercial casi en secreto. La productora que lo trajo no quiso hacer publicidad, sólo le contó a la revista Enfoque para que lo entrevistara. Yo en esa época trabajaba en esa revista y en La Nación. La directora de la Enfoque me trató de ubicar para que lo entrevistara. Yo trabajaba en el turno de noche en el diario y no me podía ubicar y este señor ya se iba. Finalmente, fue a hacer la nota otra periodista de La Nación, Carolina Aránguiz, junto a otro amigo de la Enfoque, Víctor Briceño. Le tomaron una foto grabando en unas calles del centro de Santiago y se fueron conversando con él en el auto camino al aeropuerto. Acabo de contarles esta historia a los de La Nación para que pongan algo y rescaten esa entrevista y la foto. En Enfoque nunca salió, así que es el único registro de esa visita. Ojalá la pongan mañana en el diario. Ese fue el día en que me perdí la oportunidad de entrevistar a un grande.

viernes, septiembre 15, 2006

CINE CHILENO FOR EXPORT

Uno de los pasos pendientes del actual proceso que vive en cine chileno, es poder vender nuestras historias al exterior. El mercado interno no alcanza. Las películas no se financian en su exhibición en Chile. Menos las películas de más 500 mil dólares, cifra que según dice el productor Adrián Solar, es “el umbral del dolor del cine chileno”.
La cosa es clara: hay que poder exportar cine chileno. Un primer paso es salir a los festivales, que por se logran contactos de distribución. En especial en los mercados internacionales que se hacen en forma simultánea. En el último festival de Cannes, Chile por primera vez iba con comitiva oficial. A buscar negocios. Veremos si fructifican.
Pero para muchos el tema de exportar nuestro cine, más allá de los festivales, los contactos, las políticas gubernamentales, el nivel de calidad (que técnicamente está a la par con la mayoría de las cinematografías emergentes), tiene que ver con la temática. Qué películas son las que se pueden vender afuera.
Hay algunos que todavía creen que haciendo películas como los gringos se les van a abrir las puertas de Hollywood. Un caso reciente grafica lo errado de esa concepción de las cosas
Gonzalo Lira, escritor, se hizo famoso cuando consiguió un millón de dólares con una editorial norteamericana por su novela “Counterparts”. Tras volver de EE.UU., donde decía haber conocido desde dentro la industria del cine norteamericano (trabajando en revisar guiones, etc.), quiso hacer un experimento local al que llamó Películas Metropolitanas. Hacer films comerciales, a lo gringo, romper la taquilla acá y salir al extranjero. Consiguió varios millones de empresarios nacionales a través de una oficina de inversionistas. Se gastó más de un millón de dólares en su primer proyecto: “Secuestro”, dirigida por él mismo. Y fue un sonado fracaso. Hizo poco más de 40 mil espectadores cuando proyectaba más de un millón. Y su idea de usar un lenguaje neutro, situaciones “universales” reconocibles (una historia de un secuestro express) y esquema de película estadounidense (thriller con personajes esquemáticos, supuesto glamour, acción y persecuciones), demostró ser un fiasco. El proyecto entero se cayó a pedazos.
Es que por ahí no va la cosa. No se puede competir tratando de copiar lo que no somos y sin tener los medios para hacerlo. Quizás la cosa vaya por otro lado. Por contar historias simples, nuestras, pero de una manera tal y logrando la emoción suficiente para hacerlas de interés internacional. O quizás no haya nada que hacer, porque simplemente el monopolio de Holywood no nos deja espacio en el mercado.
El espacio se hace corto y el tema da para largo. Habrá que seguir reflexionando entre todos, para que nos sigamos pegando más “lirazos”.

Daniel Olave M.

viernes, agosto 04, 2006

"QUEREMOS QUE SANTIAGO VIVA UNA FIESTA DEL CINE"


Entrevista a CARLOS NÚÑEZ, DIRECTOR DEL SANFIC. La segunda edición del Santiago Festival Internacional de Cine parte el 8 de agosto. Serán más de 100 películas y unos 50 invitados internacionales en una semana. Luego de recibir portazos en la cara, su principal encargado analiza la evolución del certamen.

publicado en La Nación, 1° de agosto de 2006

Daniel Olave M.

Les cerraron puertas. Les dijeron que “¿de a dónde?”, “¿que qué se creían?”. Que muchas veces se había intentado hacer un festival de cine importante en Santiago, pero que no había resultado. Por eso nadie creía que un par de jóvenes desconocidos en el “medio” del cine local iban a poder concretar el ambicioso proyecto de darle a la ciudad de Santiago el Festival de Cine que le estaba faltando.
Pero lo hicieron. Con Carlos Núñez como director y Gabriela Sandoval como productora general, el año pasado se llevó a cabo el Primer Santiago Festival Internacional de Cine, el cual congregó cerca de 12 mil personas en torno a una destacada muestra de películas y actividades paralelas muy bien recibidas por el público, la prensa y la Comunidad cinematográfica.

MAS PELÍCULAS, MAS INVITADOS
Para su segunda edición, a realizarse entre el 8 y el 14 de agosto, aumentan las películas, la competencia se hace internacional y los invitados se duplican. De la misma manera, los lugares de exhibición se expanden del cine Hoyts La Reina a sus complejos del centro (San Agustín y Huérfanos), Valparaíso y se agrega también la flamante Cineteca del centro Cultural La Moneda.
Con el apoyo de la Fundación Corpartes además de otros colaboradores, Núñez y su equipo han logrado reunir cerca de un millón de dólares para el Sanfic, que ha diferencia de festivales como Valdivia o Viña del Mar, no cuenta con apoyo de fondos estatales.
Será una semana con más de 100 películas presentadas en 12 secciones. Habrá 15 largometrajes en competencia oficial, 20 películas en el Panorama Internacional, 19 trabajos locales en la sección competitiva “Talento nacional”, además de muestras de cine francés, cubano, de Estados Unidos, Argentina, Oriente y Chile. Entre ellas se incluyen películas de Eric Rohmer, Jean Luc Godard, Volver Schlondorff, Michael Haneke, Lars Von Trier, Arturo Ripstein y Eliseo Subiela, así como documentales, cintas chilenas casi perdidas y animación.
Carlos Núñez, periodista y director del Sanfic, cuenta que: “Al principio mucha gente no creía que se podía hacer. Nos cerraron muchas puertas hubo mucha gente que nos dijo en la cara que no, que se había tratado muchas veces de hacer un festival en Santiago y que no había resultado. Pero también tuvimos, por otra parte, un apoyo increíble de un montón de personas”.

SEMILLERO NACIONAL
“Para nosotros”, comenta, “el primer Sanfic fue un éxito, en términos de audiencia y de poder exhibir películas que están actualmente en los festivales más importantes del mundo. Que todos pudieran ver de qué manera están trabajando en otros países, cómo se está produciendo cine en otros lugares, el tipo de película que se esta haciendo. Y por otro lado, que fuera una plataforma para el cine chileno en general. Jóvenes directores, realizadores antiguos, que puedan tomar contacto con distribuidores de todo el mundo”.
Dentro de los nuevos objetivos a partir de esta segunda edición, el director del Sanfic destaca: “Estamos tratando de impulsar y generar nuevos espacios para realizadores jóvenes. Es muy importante
rescatar el trabajo que hacen los jóvenes directores desde el cortometraje. Es casi como un semillero, una escuela, que implica tomar a la gente joven y seguirla. Trabajar con ellos, para que un momento determinado se puedan potenciar y proyectar en otros lugares, para financiar óperas primas y segundas película, y de esa manera generar un marco de producción de cine chileno”.
Pero Núñez aclara que el gran objetivo del Sanfic: “Que Santiago viva una fiesta del cine, desde el punto de vista de la audiencia. Que el público sepa disfrutar, reconocer y actualizarse con lo que está pasando en el cine, en el mundo. Con otro tipo de cine, que nosotros definimos como un cine de directores de prestigio y de jóvenes talentos. El publico tiene que entender que este tipo de cine no es aburrido, ni extraño, ni feo. Es un cine tan interesante, entretenido y apasionante, como el cine que habitualmente se exhibe en las salas. Sería una pérdida muy, muy fuerte para la cultura nacional, para la gente y para la industria, no introducirse dentro de lo que está pasando en los cambios que genera el cine a todo nivel. Esa es la esencia del Sanfic”.

lunes, julio 31, 2006

CINE CHILENO: ¿INDUSTRIA ME DIJO?




Publicado en revista "City" N°1

Los excesos de entusiasmo son tan nocivos como el fatalismo autodestructivo que a veces parece asaltar a distintos actores del medio audiovisual chileno. Mientras algunos prefieren adoptar el cliché del nuevo “boom” del cine chileno a riesgo de volver a pegarnos un guatazo como tantas veces antes; otros, simplemente descreen de cada nuevo paso, sintiéndose responsables de alertar sobre los falsos profetas y dejar en claro que aún en Chile, en lo que a cine se refiere, no le hemos ganado a nadie.

Y bueno, hay que ser claro en una cosa: no tenemos una industria de cine en Chile. Quizás nunca la tengamos. Simplemente porque desde nuestra condición de país tercermundista jamás tendremos la posibilidad real de desarrollar una. No somos Estados Unidos –por suerte-, ni tampoco la India, con esa industria local enorme o Hong Kong con un enorme mercado cautivo. Y es prácticamente imposible tener una real industria del cine (con grandes estudios y compañías productoras, con grandes recursos para producciones comerciales), por la misma razón que Chile nunca será una potencia atómica o desarrollará su propio programa espacial.

Lo que hemos estado presenciando en el último tiempo no es el nacimiento de esa industria, pero sí la creciente profesionalización del área audiovisual. Y eso no es nada de malo. Esto incluye desde la ley del cine (que vela por contratos, imposiciones y reglamente horarios para los trabajadores del área), hasta el surgimiento de especializaciones que son de primera necesidad: como la producción ejecutiva o el guión.

Hace poco un conocido actor me comentaba –a raíz de la polémica por las críticas a “Fuga”- que nadie habla de aquellas producciones que respetan los horarios, pagan a tiempo y funcionan correctamente en lo laboral. “Eso también es un aporte al avance del cine chileno”, decía.

El cine es arte. Identidad nacional. Es bonito. Etcétera. Pero también hay que pagarle a la gente. Hacer las cosas bien. Y hacerlas con las personas adecuadas. Que sea el productor el que se encargue de conseguir el financiamiento, mientras el director dirige. Y que sea un guionista el que escriba. Ya está quedando atrás, por suerte, esos proyectos que por necesidad, urgencia, circunstancias –y a veces también por ego- eran pensados, escritos, producidos y dirigidos por una misma persona. Y muchas veces, esa persona era la única que lo apreciaba.

Y claro, falta mucho, los boom son pasajeros, hay que andarse con cuidado, no creerse el cuento, no soñar a lo Hollywood style y avanzar de acuerdo a nuestras reales posibilidades. Sin olvidar tampoco que el cine aún trata de historias. De cuentos y sueños. Pero que si se profesionalizan, estos puedes salir mucho mejor.

miércoles, julio 26, 2006

NO ES UN PAJARO, NO ES UN AVION...

Ilustración: Curt Swan (DC COMICS)



Pese a las parodias de Fontanarrosa y Don Ramón, el chico de la capa sigue siendo el máximo exponente de una nueva mitología de la cultura pop. El intento de Bryan Singer puede ser visto como un sentido homenaje al que por tantas décadas ha sido el héroe de millones.

por Daniel Olave

Publicado en el diario La Nación el 14-07-06

¿Alguien puede no conocer a Superman? La letra “S” roja en el escudo de fondo amarillo, es junto con el logo de Disney y el de Coca Cola, una de las marcas más reconocidas en el mundo. Y su popularidad se mantiene a pesar de que para muchos es una suerte de boy scout -lejos del realismo sucio de otros héroes más cool, como por ejemplo Batman-, un defensor del capitalismo y del fascismo más pro yanqui.
Su identificación con lo más kitsch del patriotismo gringo lo ha convertido en una caricatura de sí mismo, en una figura denostada y muchas veces ridiculizada. ¿Algunas de las mejores parodias? El “Sperman” de Fontanarrosa y el “Super Sam”, encarnado por Ramón Valdés en los programas de Chespirito.
Pero mal que mal, sigue siendo el máximo exponente de una nueva mitología de la cultura pop. Desde que fue concebido hace casi 7 décadas por dos chicos de 18 años que soñaban con publicar sus historietas, Superman nunca ha dejado de estar presente. Lo que Jerry Siegel y Joe Shuster publicaron por primera vez en 1938, no sólo fue el primer súper héroe de la historia del cómic, sino el fundador y molde de un verdadero arquetipo de la cultura contemporánea.
Como sus fuentes de inspiración -Hércules y Sansón, entre otros-, lo que habían creado era un ser mítico, que desde las páginas de una revista pasó a convertirse en un ícono a nivel mundial y en el origen de un nuevo género. El de los superhéroes, una forma de mitología moderna, un fenómeno sociocultural y un tremendo negocio para la industria editorial.
Desde entonces nunca ha dejado de estar presente en las revistas de comics. Y como dibujo animado, serial para el cine (en los 50), películas de largometraje (en los 50, los 70 y el 2006), series de TV (en los 50, el 88, el 93 y el 2001) y hasta una comedia musical en los 60 (“It’s a bird, it’s a plane, it’s Superman”).
Aquellos que crecieron viendo los cómics que dibujaba Curt Swan (y que llegaban a Chile vía la vieja Editorial Novaro) o disfrutaron de la puesta al día que le dio John Byrne, los aportes de Alan Moore (como la bella historia “¿Qué ocurrió con el hombre del mañana?”) o el arte de Alex Ross, saben que el manido personaje ha tenido sus momentos. Como en el cine, con la insuperable “Superman 2” luchando cuerpo a cuerpo con el mejor súper villano de todos los tiempos, encarnado en Terence Stamp. Por lo que el intento de Bryan Singer de hacer un compacto sincrético de su larga leyenda en la más reciente película para el cine, puede ser visto como un sentido homenaje al que por tantas décadas ha sido el héroe de millones. La encarnación de las fantasías de cambiar una existencia común y corriente por aventuras ilimitadas y que entre menos parece un extraterrestre y más un ser humano, se hace más interesante.

miércoles, junio 14, 2006

MI DISCO IDEAL

Entrevista aparecida en el suplemento "Wikén" de El Mercurio el viernes 2 de junio. La sección semanal es sobre las canciones que formarían el disco ideal del entrevistado. Yo ofrecí hacerlas sólo con canciones de películas, para reforzar la idea de mi programa en la Horizonte que es sólo de música de películas. Esta versión tiene algunas palabras más que la que salió publicada, debido a la edición. El espacio es muy corto, así que se hace más difícil aún justificar preferencias tan subjetivas...Y claro, hay varias más que me habría gustado poner:

Mi Disco Ideal: Daniel Olave

El periodista acaba de estrenar un programa en la radio Horizonte: Zoom, dedicado al cine. Y en su disco ideal sólo hay canciones de películas.

1) “(I’ll love you) Till the end of the world”/ Nick Cave, del soundtrack de “Until The End Of The World”. El film de Wenders, es malito, pero su banda sonora –completa- es alucinante. Mi disco favorito. Y este tema en especial transporta y emociona.

2) “This is one from the heart”/ Tom Waits y Cristal Gayle, del soundtrack de “One from the heart”. Romántica, lúcida, realista y mágica a la vez. "Golpe al corazón", la película maldita de Coppola tiene unas canciones desgarradas, como la voz de Waits.

3).- "City girl" / Kevin Shields, soundtrack de 'Lost in translation' (2003)."La de 'Perdidos en Tokio', podría ser la banda sonora de la década. El ex líder de 'My Bloody Valentine' entrega imágenes melancólicas. Provoca nostalgia de lo que nunca tuvimos".

4.- "Modern boy" / David Bowie, soundtrack de 'Moulin rouge' (2002)."Todo el disco, como la película, revisa la música pop con una mirada lúdica y vibrante. Un goce. Casi ningún tema sobra.".

5.- "Be-Bop-a-Lula" / Gene Vincent & the Blue Caps, soundtrack de "Wild at heart" (1990)."Como todas las bandas sonoras de David Lynch, la de 'Corazón salvaje' es ecléctica y perturbadora. Aquí rescata al chico malo del rock".

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http://www.lamusica.emol.com/tiempolibre/musica/segundos/_portada/player/player.asp?media=rtsp://stream.emol.cl:554/2006/6/tomwaits.rm

Escuche "City girl", de Kevin Shields

http://www.lamusica.emol.com/tiempolibre/musica/segundos/_portada/player/player.asp?media=rtsp://stream.emol.cl:554/2006/6/bowie.rm


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viernes, mayo 05, 2006

ENTRE BORGES Y COELHO


Hasta el 8 de mayos se realiza en la capital trasandina la 32ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, donde largas filas de personas esperan para poder recorrer el enorme recinto que alberga la tradicional exposición literaria. Aunque estudios digan que en Argentina se está leyendo menos. Y aunque el autor de “El Aleph” pelee los primeros puestos con el brasileño amigo de Cecilia Bolocco.

Daniel Olave/ Buenos Aires

La Rural, un espacio similar a lo que era la FISA, es el lugar donde se realiza la 32ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y donde la fila para ingresar en el primer fin de semana es larguísima aunque avanza con bastante fluidez. El público colma la calle varias cuadras prácticamente hasta la avenida Santa Fe, en su mayoría familias y con gran presencia de niños.

Con el slogan “Los libros hacen historia”, se realiza esta versión del encuentro cultural más grande de Sudamérica, que se lleva a cabo en la capital argentina entre el 20 de abril y hasta el 8 de mayo. En más de 360 mil metros cuadrados y varios pabellones se encuentran los más de mil 400 expositores, una verdadero laberinto de libros donde la sobreoferta llega a ser apuballante. La rutina suele ser más o menos la misma, darse una vuelta, ojear más o menos rápido, donde la multitud lo permite y continuar el recorrido fugaz, para luego detenerse y revisar algún título.

El primer fin de semana de feria, el público por excelencia eran niños, para quienes hay una serie de stands y múltiple oferta de actividades. Aunque claro, hay para todos los gustos. Un mismo día, se suceden charlas y/o firma de libros de autores top tan diversos como Hanif Kureishi, Laura Esquivel o Tomás Eloy Martínez. En total, durante lo que dure el evento, habrá más de 1.300 actos, 5 cursos, 4 ciclos, además de videoconferencias, una maratón de lectura, un festival de poesía y numerosos actos con invitados locales y extranjeros (entre ellos, Alejandro Jodorowski, Maitena, Rosa Montero, Jorge Edwards, Arturo Pérez Reverte, Enrique Vilas Mata, Marcelo Birmajer, Ricardo Piglia). Números que superan ampliamente los del año pasado y que hablan del dinamismo de la industria cultural trasandina.

Claro, para los que se quejan de que nuestra Feria de la Estación Mapocho es siempre más de lo mismo, la de Buenos Aires parece una realidad paralela. Apoteósica. Aunque siempre encontrará algún argentino que diga lo mismo de la suya, y se lamente por la poca renovación.

Pero la verdad es que la cantidad de librerías, el precio de los libros y la oferta que hay permanentemente en Buenos Aires hace la delicia de los bibliófilos locales que suelen arrancarse al otro lado de la cordillera para darse un banquete y que incluso para estas fechas se van de turismo literario.

En todo caso, en Argentina hay estudios recientes que dicen que casi el 30% de los argentinos ni leyó ningún libro en los últimos 6 meses. Que el 54,1% lee menos que hace diez años atrás, que el 13% lee lo mismo que en 1996 y que sólo un 32,2 % lee más. Y si bien nueve de cada diez personas dice tener libros en su casa, el 47,2% no ha comprado un solo volumen en los últimos seis meses.

Más de 8 de casi diez personas de las que dicen no leer, argumentan que no lo hacen por falta de tiempo. Y como en todas partes se cuecen habas, uno de cada diez dice que leería más si los libros fueran más baratos. Ya los quisiéramos ver en Chile.

QUE LEEN LOS ARGENTINOS

Al igual que en Chile, las mujeres leen más que los hombres, y también resultan más entusiastas los lectores menores de 24 años y los mayores de 50 años. Pero, ¿qué leen los argentinos?
Los más leídos: Borges y Coelho. Así de contradictorio o complementario, según se quiera.
Los autores locales preferidos en orden de preferencia: Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato y Julio Cortázar. Los mismos que hace décadas, lo que habla de la bien ganada reputación de clásicos de estos monumentos literarios, pero devela la poca renovación o la poca capacidad de los autores más nuevos de conquistar mayoritariamente al lector nacional.

Los autores extranjeros de mayor preferencia por parte de los lectores argentinos son: Gabriel García Márquez, Paulo Coelho y Pablo Neruda. Y más adelante se entrecruzan nombres que van desde Benedetti a Edgar Allan Poe, pasando por Agatha Christie y Mario Vargas Llosa. Y si bien, lo de Neruda es un dato significativo, no deja de llamar la atención que el Premio Nobel chileno también aparezca muchas veces nombrado en las preferencias de autores argentinos.

Y bueno, esas cosas pasan. El famoso dibujante satírico Roberto Fontanarrosa, cuenta con mucho humor, que ya está experto en dibujar los monos de otros colegas cada vez que se sienta a firmar libros y se llena de fans que luego de hacer la fila le extienden una hoja en blanco y le piden con entusiasmo que por favor, les dibuje una Mafalda.

lunes, mayo 01, 2006

HISTORIAS ADOLESCENTES EN MEDIO DE LA NADA

FOTO: Escena de "Glue"

Esto escribí para el Diario Siete el lunes 24 de abril, llegando desde Buenos Aires tras una pasada por el BAFICI, lo posteo tarde, pero aquí queda:


En medio de la vorágine de un festival con más de 300 títulos en 13 días, donde es imposible verlo todo y menos sacar conclusiones (salvo que hay vida más allá de Hollywood), aventuramos una pequeña selección de cierta temática común: cine sobre jóvenes y su angustia existencial. No es nuevo, pero se hace recurrente.

La abismante oferta de películas que ofrecía el 8° Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), cuya clausura fue la noche del sábado, hace difícil poder constatar alguna temática común entre los más de 300 títulos que poblaron las casi mil agotadoras funciones realizadas en los 13 días que duró este importante encuentro cinéfilo.

Ayer domingo continuaba la exhibición de films en el enorme complejo de Hoyts Abasto, cuartel general de este evento que es pura entropía y que este año convocó a 234.200 espectadores, un 27% más que el año pasado. Entre organizadores, periodistas, críticos, realizadores, productores e invitados en general, estaba el público que repleta la sala hasta de la película con menos información previa. Jóvenes la mayoría, que hacen malabares para poder ver tal o cual título entre la marea abrumadora de estrenos.

Y son los jóvenes precisamente, quizás, el mayor nexo que se puede apreciar en algunas de las muchas películas (insisto, demasiadas para generalizar o aventurar grandes teorías), ya que en cintas muy diferentes de origen aún más diverso, se alcanza a apreciar cierta sintonía común, una brisa al menos, que huele a espíritu adolescente.

Ya sea de Oriente o Europa, incluso de Argentina y por qué no, de Chile, las películas que muestran jóvenes flotando en la nada, a la deriva en un mundo hostil y ajeno y que parecen solo motivarse –a veces, y no por mucho tiempo- por el sexo o la droga, son un pequeño núcleo que se pudo advertir en el Bafici. No por nada, quizás, la representante chilena en el Selección Oficial, sea una ópera prima sobre un grupo de jóvenes confundidos, sexo y drogas (“La sagrada familia”).

A eso se suma que la gran ganadora de este octavo capítulo del Bafici sea la argentina “Glue”. Si bien el documental “En el hoyo”, del mexicano Juan Carlos Rulfo (hijo del famoso escritor), ganó la competencia internacional, la cinta del realizador Alexis Dos Santos (34 años) obtuvo el premio en el rubro local.

“GLUE”, que tiene como subtítulo: “Historia adolescente en medio de la nada” es una historia sobre un adolescente llamado Lucas (Nahuel Pérez), hijo de una familia disfuncional que pasa el verano en un pueblo casi desierto con unos amigos, con los que tiene una banda de rock. Dos chicos y una chica, besos con lengua, calor y angustia existencial

“LINDA LINDA LINDA“ de Nobuhiro Yamashita: Tres chicas japonesas y una coreana forman una banda de rock en su colegio para competir en un festival musical. Actitud y templanza juvenil oriental en una típica, pero encantadora, historia de crecimiento. El título en español del film, es por la canción que interpretan: cover del hit de la legendaria banda de punk japonés, The Blue Hearts.

“LE DOUX AMOUR DES HOMMES”, de Jean Paul Civeyrac. Un joven a aspirante a escritor algo perdido en la vida, va de cama en cama, hasta que se enamora de la que no debe: chica guapa, drogadicta y que se muere de repente dejándolo sumido en una aún más profunda duda existencial.

“LA PERRERA”, de Manuel Nieto. El asistente de Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll (los de “25 Watts” y “Whisky”), cuenta la historia de David, un joven uruguayo que no logra encontrar su lugar en el mundo. Para eso busca edificar su casa con sus propias manos. Verano, sol, y las cosas que no avanzan.

“BLACK BRUSH”, de Roland Vranik. Desde hungría llega otra visión de la juventud desperanzada vida de un grupo de adolescentes ociosos y drogos en plan de comedia que se limita a presentar los acontecimientos en un tono eso sí, algo alucinógeno.

“LOVE & HAPINESS”, de Kristina Humle. ¿Adivinen qué? Más angustia existencial juvenil, esta vez producto de vivir en un pueblo sueco de 5 mil habitantes y tener a la madre muerta. Minna ya sufre los rigores de la adultez, pero aún no puede disfrutar sus beneficios.

“EROTIC CHAOS BOYS”, de Choi Jin-Sung. Un joven cineasta coreano enamorado de una documentalista japonesa y sus tribulaciones. Hecho con un costo irrisorio y en plan diario de vida sobre las dificultades del amor.

“LO MAS BONITO Y MIS MEJORES AÑOS”, de Martín Boulocq. Una ópera prima sobre un triángulo post adolescente y urbano en Cochabamba. Y según los programadores tiene algo de Dogma “y tanto sentimiento como modernidad”.


SOBREDOSIS DE BAFICI

Más de mil funciones, 300 títulos, 13 días, 40 secciones, 234 mil 200 espectadores y un agote para todo el que haya querido tratar de ver todo lo que valía la pena ver. Secciones enteras dedicadas sólo a Rossellini, Jan Svankmajer, junto a lo ultimo de Lars Von Trier y Terry Gilliam por ejemplo. Y todo el cine que aún está por descubrirse. El Bafici trata de estar a la vanguardia. Y muchas veces lo consigue.

Funciones agotadas y largas filas que hicieron reclamar a algunos. También se echaba de menos más instancias de encuentro con algunos de los invitados célebres.

Otra tendencia que se confirma. El documental la lleva. Además de ganar el de Juan Carlos Rulfo, hubo gran cantidad de material de excepción. Y a ratos, daba la sensación que había más y mejores documentales, que cintas de ficción.

martes, abril 25, 2006

KILTRO


Una de las características que trae consigo la mayor cantidad de producciones locales, es que se amplía la oferta, aumentando la variedad temática, estilística y de género. Poco tienen que ver entre sí, películas como “Fuga” y “La sagrada familia”. Y menos aún, entre ambas y “Kiltro”, el tercer estreno nacional en lo que va del año.

Publicitada como la primera película de artes marciales hecha en Chile, está película se entronca en un subgénero que mezcla la acción y la aventura, con códigos súper reconocibles entre los cultores de este tipo de películas. Historias que giran en torno a algún héroe que logra vencer un desafío –que se supone de tipo filosófico interior- , pero que suele ser a punta de patadas y contra un malo bien malo.

Markos Zaror, experto en artes marciales, con un par de películas en el cuerpo (“Chinango”) y una experiencia hollywoodense como doble de riesgo de La Roca, es el gran motor de este proyecto, dirigido por el debutante Ernesto Díaz. Zaror interpreta a Zamir, un joven de origen árabe, obsesionado con Kim (Caterina Jadresic), una chica de padre coreano, y que viven en barrio de Patronato, reconocido como un lugar donde hay una gran cantidad de personas de ambas colonias. Con este elemento, “realista”, se arma una historia del todo extemporánea a cualquier realidad reconocible en nuestro país, y que está sacada a modo de pastiche de múltiples historias relacionadas al género al que pertenece la película.

La chica es hija de un maestro de artes marciales que enseña en su propia academia, y que se ve envuelto en una violenta venganza que arrastra a Kim y por ende, también a su enamorado. Así comienzan a sucederse las escenas de combate, bien coreografiadas y que no desmerecen en su estilo. El personaje enfrenta la supuesta evolución de peleador callejero a un luchador reflexivo, en el camino conquistará el corazón de su enamorada y vivirá un proceso que le hará conocer su origen.

Todos esto elementos responden a los clichés de este tipo de película, que logran aparecer como exóticas en el panorama fílmico local, y que evade cualquier otra pretensión que cumplir con los códigos pre establecidos, y no decepcionar en cuanto a la factura y visualidad de las escenas de combate. Su correcta ejecución técnica es el fuerte, en un tipo de película que no suele destacar ni en las actuaciones ni en la historia. Ni el héroe, la chica (Jadresic) ni el antagonista (Migel Angel de Luca), son actores, y eso se nota. La participación de actores reconocidos en papeles de apoyo (Ximena Rivas, Luis Alarcón, Alejandro Castillo) intenta darle mayor credibilidad y un toque más local, pero finalmente los hace verse algo fuera de lugar entre asesinos tipo ninja y un enano suerte de remedo del maestro Yoda.

Aunque hay elementos de humor, y en algún momento la película intentara reírse de sí misma, prevalece un tono seudo trascendente que hace más patente su excentricidad. Un producto tan legítimo como cualquier otro, pero dirigido a un público que conoce y acepta las convenciones de un género que se funda en el trazo grueso y la patada certera.

KILTRO. Chile, 2006. Dirección Ernesto Díaz. Elenco: Marko Zaror (Zamir), Caterina Jadresic(Kim), Luis Alarcón (Farah), Migel Angel de Luca (Max Kalba), Ximena Rivas (Sara), Alejandro Castillo (Soto), Daniela Lhorente (Romina), Man Soo Yoon (Terán), Roberto Avendaño (Nik Nak), Pablo Cerda (Max Kalba joven)
Calificación: Mayores de 14 años

MARKO ZAROR: “ME ACUERDO CUANDO IBA AL CENTRO, A LAS FUNCIONES DOBLES DE PELÍCULAS DE BRUCE LEE. ERA FANÁTICO Y SALÍA TIRANDO PATADAS”.


En un enorme galpón abandonado que fuera antes una fábrica textil, un solo hombre se enfrenta a golpes con cientos de luchadores vestidos de negro. Esta es una de las imágenes de la película Kiltro, el tercer estreno del año y que inaugura un nuevo capítulo en la historia del cine chileno: es la primera película de acción y artes marciales que se filma en nuestro país.
Marko Zaror, de 27 años, es el protagonista y productor de este proyecto, un sueño largamente acariciado y que se gestó de forma inconsciente cuando vivía en Chile e iba a ver películas de Jackie Chan y Jean Claude Van Damme. “Me acuerdo cuando iba al centro, a las funciones dobles de películas de Bruce Lee. Era fanático y salía tirando patadas”. Con Boris Quercia (“Sexo con amor”) de coproductor, cerca de un millón de dólares de presupuesto, actores como Luis Alarcón, Alejandro Castillo, Ximena Rivas y una gran cantidad de extras chilenos con experiencia en artes marciales, Zaror usó su experiencia en México y Hollywood para sacar adelante la primera cinta de combos y patadas voladoras que se haya hecho por estos lados.
-¿Cómo terminaste haciendo una película de artes marciales?
-“Kiltro es el proyecto que yo siempre quise hacer incluso antes de salir de Chile. Traer el género a mi país y hacer una película de artes marciales en Chile. Las artes marciales yo las practiqué desde chico (su madre era instructora). Primero me fui a México de vacaciones, pero se me fueron dando las oportunidades de a poco. Televisa me ofreció una beca para estudiar actuación, y yo después de hacerlo, y aunque lo encontré interesante, no era lo que yo quería, o sea, mi idea era todo relacionado con las artes marciales".
-¿Cómo fuiste entrando al mundo del cine?
- “En México me ofrecieron hacer algunas películas de acción donde hice papeles secundarios y me dando cuenta que era posible este cuento. Ahí me dije: me la voy a jugar de verdad y me voy a ir a Los Angeles. Mande unos demos y me llamaron.. Lo primero que hice fue un video de tipo Taebo, enseñar gimnasia con artes marciales, y esa cuestión me salvo por un tiempo. Después trabajé con Roger Corman en una película que se llama Hard as Nails, ahí era el guardaespaldas del malo. No tenía ni un diálogo, pero tenía unas escenas de pelea y yo estaba fascinado. Eso me sirvió como demo. Después hice juegos de computador, me pusieron de esas cosas que capturan movimientos y después lo ocupan para juegos interactivos”.
-¿Y en qué momento entraste a las ligas mayores?
- “Bueno, en ese momento me llamaron de nuevo de México, donde hice Chinango que fue una película que coproducí y todo. Y ya con esa película y lo demás, como que ya tenía un currículum más formado y empecé a mandarlo para postular a proyectos que se estaban produciendo. Ahí conseguí otro papel en un drama que se llama Entre llamas, y bueno, de repente estaba entrenando en un gimnasio donde entrenan todos los acróbatas y la gente que esta metida en el medio de acción, la gente de Jackie Chan, los que hicieron Matrix, los Power Rangers, Las Tortugas Ninja. Todo el mundo entrenaba ahí, en muy buena onda, y de repente me ofrecieron el trabajo de doble. Ahí fue cuando se me acerco Andy Cheng, que es el brazo derecho de Jackie Chan y que ahora se independizó y esta haciendo sus propias películas, para que trabajáramos en el filme con la Roca (Fuego en el Amazonas). Eso fue como un seminario de lo que es el cine con artes marciales. Porque una cosa es hacer artes marciales y otra saber hacer películas”.
-¿Y por qué te viniste a Chile?
-“Como después de ese trabajo me alcanzo un poquito de presupuesto, abrimos una compañía. Hicimos unas películas de bajo presupuesto en México, de clase B, directo al video, y eso me dio la credibilidad y la confianza de poder venirnos a Chile. Me dije: “ahora sí, hagamos el proyecto que siempre quisimos”. Nos asociamos con Ernesto Díaz, que es el director también chileno y con Derek Rundell , que es la parte americana, con quien abrimos la productora Mandrill Films en Estados Unidos.
- ¿De qué trata Kiltro?
- “Esta película es primero un romance, un gran drama. Una película de venganza y con escenas de acción y artes marciales que no se han hecho nunca en Chile. Hicimos un casting al que llegaron más de 300 personas, artistas marciales de todo chile y yo elegí e hice un equipo de 20 personas que es el equipo de stunts, y con ellos yo trabajé por meses, de lunes a viernes, 4 horas al día”.
- ¿Qué papel encarnas tú? ¿Dónde transcurre la acción?
- “Yo soy Zamir, un joven de origen árabe que se enamora de una chica que es hija de árabe y coreana. Esto ocurre en Patronato donde se ve esta mezcla de culturas que lo hace súper interesante. Y por eso también las artes marciales porque hay que hacer una historia que esté basada en algo real, para que la gente se pueda conectar con la historia. Patronato era el lugar más indicado, porque esta la comunidad coreana, los árabes, y los coreanos, el tae kwon do, las artes marciales, por ahí se conectan todos los temas. Es súper importante eso. Que yo como artista marcial pueda expresarme como tal a través de la película, pero también que este incluida la cultura de mi país”.
- ¿Hay el rollo filosófico de las artes marciales en el filme?
- “Sí, el personaje tiene una evolución a lo largo de la película. El comienza como un pandillero, un tipo peleador y a lo largo de la historia, con las cosas que le pasan, él evoluciona y sigue el camino de las artes marciales más espiritual y al final queda claro que la violencia no es el camino”.
- Después de matar a cien tipos y patear a todo el mundo...
- Ja, ja. Claro...

lunes, abril 24, 2006

ZOOM EN HORIZONTE





Desde la semana pasada tengo un nuevo programa en radio Horizonte. Se llama "Zoom". Y va todos los martes de 20 a 21 horas. Hay muy buena música, en la onda de la radio, pero además música de película, canciones de bandas sonoras elegidas con pinzas o relacionadas con los temas del espacio.
La idea es hablar de cine. Con estrenos, noticias, adelantos, recuerdos, entrevistas. Pero no desde una perspectiva "de la industria" o muy "cinéfila", sino partiendo de la base que el cine es un fenómeno masivo, que está metido en nuestra cotidaneidad y que impregna nuestra memoria colectiva.
la invitación está hecha.
Se pueden conectar a la radio acá:
www.horizonte.cl
El dibujo es una caricatura para el sitio web de la radio. A todos los conductores los ponen en esta suerte de mezvla entre mono de playmobil y South Park. Lo peor de todo, es que parece que hasta me favorece el mono...será po.

jueves, abril 13, 2006

LA SAGRADA FAMILIA


Durante tres días, el feriado de Semana Santa, una familia se dispone a pasarlo juntos en su casa en la playa. Además del padre, la madre y el hijo, está la novia del chico, a la que esperan con cierta ansiedad, ya que es la primera vez que sus progenitores la conocerán.
Con esta simple premisa y el contexto de una fecha cargada de simbolismo en una sociedad que se dice católica, pero llena de contradicciones, el director Sebastián Campos ha realizado su primera película, que se estrena en la misma fecha en que está situada la acción, después de un recorrido por varios festivales –nacionales y extranjeros- donde ha logrado premios y una importante presencia.
Cinta modesta en su producción y pretensiones, destaca por su formato libre y de apuesta a la improvisación, donde más allá de las ideas, se la juega por el trabajo actoral y la fuerza interpretativa de un elenco que logra momentos cargados de verdad.
El hijo (Néstor Cantillana) tiene cuentas pendientes con su padre (Sergio Hernández), un destacado arquitecto, al que el joven parece achacar muchas de sus frustraciones por sentirse disminuido ante su éxito y su personalidad. La madre (Coca Guazzini) cumple el rol de la típica madre abnegada que por una parte parece preocupada de sus propios asuntos y no alcanza a dimensionar el desastre inminente, pero que lucha por mantener a flote una familia que, como suele pasar, vive más de las apariencias que de la realidad.
La llegada de la joven (Patricia Lopez), marca el inicio de un conflicto que develará las grietas en la estructura familiar. Su desenfado, su abierta sensualidad y el uso de las drogas, creará un clima donde florecerán surgirán los desencuentros, las dudas, las confusiones y las crisis que se arrastran en ese núcleo, desembocarán en actos que tienen mucho de condenación y a la vez de esperanza.
La presencia de otros personajes, como la misteriosa chica con voto de silencio (Macarena Teke) y dos amigos que también sufrirán las consecuencias de las pasiones desatadas durante el calvario de ese fin de semana, completan el panorama de esta historia íntima, que a la vez tiene mucho de metáfora del Chile actual.
La apuesta de realización de Campos y su equipo, toma cuerpo gracias al compromiso de los actores en un arriesgado ejercicio donde las conversaciones surgen espontáneas y llenas de fuerza, alcanzando momentos cargados de ternura (la relación entre los personajes de Cantillana y Teke) y otros de un realismo sorprendente y muy verdaderos (el speech de Coca Guazzini en la mesa).
A pesar de trabajar con ciertos tópicos que pueden caer en los clichés (la familia que no es lo que aparenta, el simbolismo cristológico), la película sale airosa en su apuesta, precisamente debido a la fórmula elegida para su puesta en escena. Las ideas que rondan, y que tiene que ver con situaciones altamente reconocibles en una gran cantidad de familias chilenas, propias de una sociedad que muta y se debate en la contradicción con sus valores tradicionales, son expuestas desde el interior de los personajes-actores, que buscan en sus propios referentes y experiencias.
La ausencia de guión, el uso de la improvisación, los diálogos espontáneos, el pie forzado de una convivencia real, intensa, con un rodaje en orden cronológico, sin pausa, donde los actores nunca abandonan a sus personajes, da como resultado una experiencia a ratos alucinante, muy potente y que sin duda aporta con frescura al panorama cinematográfico actual.

LA SAGRADA FAMILIA. Chile, 2005. Dirección: Sebastián Campos. Elenco: Néstor Cantillana, Patricia López, Sergio Hernández, Coca Guazzini, Macarena Teke, Juan Pablo Miranda, Mauricio Diocares.

lunes, abril 10, 2006

“AL CINE CHILENO LE HACÍA FALTA SIMPATÍA POR EL DEMONIO”


El realizador de "La sagrada familia", el segundo estreno chileno del año, cita a Mick Jagger para explicar las intenciones de su película, la que define como una “travesura” en un ambiente de demasiadas buenas intenciones. La historia de un fin de semana de sexo, drogas y conflictos familiares en Semana Santa, que se estrenará justamente en esa fecha.

Sebastián Campos es de familia católica, pero él no lo es. Como muchos chilenos, su infancia se remite a una serie de códigos que tienen que ver con un país que se declara mayoritariamente católico. Pero, como se ha revelado en encuestas recientes, es un católico alejado de los dogmas, que por ejemplo, no condena las relaciones prematrimoniales y que muchas veces acepta el aborto.

Es más para ellos que está dirigida su primer largometraje, “La sagrada familia”, la historia de los conflictos que le ocurren a un grupo de personajes durante un fin de semana santo y que se estrenará precisamente el próximo jueves, en medio del tradicional feriado religioso.

No es la intención escandalizar a nadie. Aunque el film trate de drogas, presente un triángulo entre un joven, su novia y el padre del muchacho, y que en una de sus subtramas muestre escenas de sexo hetero y homosexual, que más de algún periodista impresionable ha descrito como explícitas.

“Lo que yo sentía es que al cine chileno, citando a Mick Jagger, le hacía falta simpatía por el demonio”, dice Campos. “Un mayor nivel de rebeldía. Sentí que había demasiadas buenas intenciones. Me parecía que hacía falta una cierta energía desafiante, si se quiere. Por otro lado “La sagrada familia” es una especie de recolección de temas delicados, puntudos, que se abordan en un contexto de un feriado santo, y uno no se puede hacer el leso con eso... pero hay algo como de travesura, no lo veo como algo tan grave”.

La película se hizo sin guión. Sólo una docena de páginas que describían la historia. El equipo y los actores se fueron a una casa en la playa, y filmaron de corrido, sin parar, durante todo un fin de semana, en el tiempo real que ocurre la historia, dando pie a la improvisación.

“Este proyecto es como mi solución natural en términos de mi forma de hacer las cosas. Yo tenia muy claro que quería hacer un largo de cierta manera, primero tenia la forma y no el tema. Y cuando me contaron la anécdota central de la película padre-hijo-novia, que es una historia real, ahí me di cuenta que podía construir el universo alrededor de esa anécdota para hacer la película como yo quería”.

¿Cual es esa manera o solución que encontraste?

“Es una mezcla entre las limitaciones y las posibilidades. Tu defines tus limitaciones y al mismo tiempo eso te da un marco de posibilidades. Yo hice un corto que se llama “Carga vital” y ahí trabajé con la improvisación”.

¿La clave entonces seria la improvisación?

“Es una mezcla entre guiones cortos, en los que esta solamente descrita la estructura narrativa y que en general son historias bastante clásicas y simples. Pero donde no esta especificado ni el diálogo ni el detalle de las cosas. Y un rodaje que es el espacio en el que se da la posibilidad de improvisar y donde aparezca lo azaroso. La verdadera escritura se da ya con imagen y sonido. Hay que confiar que en el rodaje ocurrirán algunos pequeños milagros o situaciones que serán la materia prima de la película. Pero la verdadera narrativa está en el montaje, y por eso lo hago yo mismo”.

Sobre la temática misma de la película, Campos insiste en que no hay ninguna intención de provocar por provocar. “Creo que la película se sostiene más allá de eso, no creo que necesite de eso. Cuando la hemos mostrado afuera en países donde no hay el imperio de la moral católica que hay acá, la película funciona perfectamente y es universal”.

“Lo que “La sagrada familia” tiene es el comentario sobre las cosas, una cierta densidad moral”, asegura el realizador. “Para mucha gente, ver la película resulta una experiencia a ratos desafiante en un sentido moral. Tienes que estar tomando posiciones morales frente a todo y la película tiene demasiado contradicciones en sí misma, en términos de lo que ocurre y de los personajes. En ese sentido, situada en el contexto de Semana Santa, al contar los temas que se tocan puede sonar mucho más una bomba de lo que realmente es. Lo que me gusta de la película es tiene una cierta ternura y momentos muy luminosos”.

“TODO FUE BASTANTE REAL”

Protagonizada por Néstor Cantillana, Patricia López, Sergio Hernández, Coca Guazzini, Macarena Teke, Juan Pablo Miranda y Mauricio Diocares, la película alcanza momentos de mucha verdad y gran realismo, en gran parte debido a la forma de su realización.

“Comenzamos a filmar un viernes y terminamos un domingo”, explica su director. “Empezamos por el principio y terminamos por el final. Los personajes se preparaban su propia comida. No había un afuera del set. Quisimos construir esa familia lo más de carne y hueso posible. El mismo hecho de no poder parar de actuar hace que rápidamente el límite entre persona o personaje se vuelva difuso. Papá dormía con mamá, gay con gay, el hijo con la novia. Todos aceptamos jugar ese juego en pos de estar preparados para vivir la experiencia como algo real”.

¿Y la escena del éxtasis por ejemplo...ya te lo habrán preguntado?

“Me lo han preguntado y yo siempre digo: “Mira, en la película todo fue bastante real...”

lunes, abril 03, 2006

FUGA


El año pasado, para el cine chileno, fue de películas pequeñas. Muchas llevaban años tratando de terminarse, realizadas en digital, con origen televisivo o de trabajo académico. No hablamos de calidad, sino de recursos...y resultados. Una taquilla baja, poco interés o conexión con el público.

En cambio, el 2006 se viene en grande. Mucha película de “alto”presupuesto para los estándares chilenos. En 35 mmm. De gran producción. Cine de género: comedia (“El rey de los huevones”), terror (“Caleuche”), artes marciales (“Kiltro”) y hasta un film con viaje espacial incluido (“Chile puede”). Con figuras extranjeras. Hay más plata y ambiciones en estos proyectos.

“Fuga” abre los fuegos con una producción de cerca de 1 millón 200 mil dólares, con un elenco estelar, una gran campaña comunicacional y una alta expectativa mediática. Para ser la primera película de un joven director, Pablo Larraín (29), viene con la potencia y el anhelo de un sector que necesita reponerse de la mala temporada anterior.

Y el material está a la altura. “Fuga” tiene imágenes potentes y momentos notables. Un elenco llamativo con una actuación descollante de Alfredo Castro y dos protagonistas talentosos y atractivos (en el amplio sentido de la palabra): Benjamín Vicuña, como Eliseo Montalbán y Gastón Pauls, como Ricardo Coppa. Vicuña se entrega por entero para personificar un individuo complejo, un joven genio maldito de la música que enloquece por sus obsesiones y tragedias del pasado.

Hay un guión trabajado, que está al servicio de una búsqueda visual, de poner imágenes en la pantalla que tengan fuerza y sentido. Un trabajo de excepción en la ecuación música e imágenes y un trabajo que consagra -si alguien no lo tenía claro- a Joan Littin (“Machuca”) como un director de fotografía brillante, que consolida un trabajo ya de primera calidad. Larraín trabaja diversos temas, como la obsesión, los instintos autodestructivos tras la creación, la locura; e incursiona en territorios difíciles que han sido pasto de clichés en muchas películas (los locos, el manicomio). Y sale bien parado.

A un inicio algo lento, donde no siempre es fácil enganchar con el conflicto principal la: caída del joven genio, cuyo exceso de gravedad le quita fuerza a la historia, le sigue una segunda parte –la vida en el sanatorio- que despega y crece gracias a la presencia cautivante de Alfredo Castro como Claudio, el homosexual delirante que se roba la cinta y le imprime un humor que le otorga ricos matices.

La sensación general es que tamaña empresa a ratos parece demasiado calculada. Que para ser una historia sobre la pasión y el desborde, está muy controlada, debido a una trama y una estructura compleja. Seguir atento el devenir del guión y la apuesta formal, resta identificación con los personajes y sus avatares. Quizás por eso, los momentos que rompen esa rigidez, como el arranque de Claudio (Castro) insultando a Montalbán o la inolvidable escena de la discusión entre un pescador (Luis Dubo) y Coppa, son tan inspiradas como verdaderas. Unos de esos grandes momentos del que se va armando el imaginario del cine chileno.

FUGA. 2006, Chile. Director: Pablo Larraín. Elenco: Benjamín Vicuña, Gastón Pauls, Alfredo Castro, Francisca Imboden, María Izquierdo, Willy Semler, Alejandro Trejo, Paulina Urrutia, Mateo Iribarren, Marcial Tagle, Luis Dubó.
Mayores de 14 años.

lunes, marzo 27, 2006

MARA TIENE 4




Y está más grande. Más rica. Más despierta...
Te amo, hija. Te veías tan contenta jugando, corriendo y bailando con tus amigos.
En esos momentos, nada más importa.

martes, marzo 21, 2006

ENFRENTANDO LOS PREJUICIOS

Foto:
Pablo Larraín, Joan Littin (dir. de fotografía), Gastón Pauls, Benjamín Vicuña.
Crédito: FABULA PROD.

PABLO LARRAIN, DIRECTOR DE "FUGA"
Hijo del senador de la UDI, debuta en el cine con el que será también el primer estreno nacional del año. Protagonizado por Benjamín Vicuña y Gastón Pauls, la película es un drama sobre la música, y la creación como algo oscuro y doloroso.

Resulta curioso, pero Pablo Larraín (29), director de “Fuga”, primera película chilena del año tiene más de algo en común con Nicolás López, el joven realizador de “Promedio rojo”. Aunque el primero estrenará el 30 de marzo una drama ambientado en el mundo de la música docta y el segundo prepara una comedia de súper héroes, ambos tienen entre sus referentes que los hizo convertirse en cineastas la película “Volver al futuro”.

Claro, después vendría el descubrimiento del cine alemán, de los delirios de Werner Herzog, específicamente y el impulso de no seguir la tradición familiar de estudiar leyes. Pero los típicos prejuicios chilenos no asocian a un director que hace una tragedia sobre la pasión y la locura, en un contexto de música clásica y el Teatro Municipal, con películas de adolescentes que viajan por el tiempo.

Pablo Larraín es hijo del senador de la UDI, Hernán Larraín, y sabe de prejuicios. “Lo que más molesta personalmente, es que tu de entrada eres momio. Y yo, la verdad, es que no lo soy. Es un estigma, pero al final uno aprende a tener cuero de chancho y esas cosas te dan lo mismo”, dice.

“Hay que enfrentarse a los prejuicios, pero pasa que uno termina concentrándose en el trabajo”, agrega. “Te das cuenta que todo es completamente realizable, que los prejuicios existen pero a la hora de hacerse realidad, son bastante menores”.

- Siendo Larraín, e hijo de una figura política de derecha, un prejuicio sería pensar que eso te puede ayudar a encontrar inversionistas, pero te puede cerrar puertas en el mundo de la cultura...
- Esa huevada es un prejuicio enorme. La película cuenta con un equipo de artistas bastante interesante, y es súper transversal. Yo descubrí que un buen contacto te puede ayudar en muchas cosas. Pero de ahí en adelante no sirve de nada. Porque un buen contacto te permite llegar a ciertos lugares, pero eso no te garantiza que vas a obtener el resultado que quieres”.

Larraín también estudió periodismo, trabajó de fotógrafo, fue asistente de Miguel Littin en “Tierra del Fuego” y recorrió Europa como asistente de un fotógrafo italiano. Trabajó en un programa de documentales en ABTV y desde hace 3 años se dedica duro a la publicidad.

-¿De dónde salió el tema? ¿Esa pasión por la música que hay en la película es por que tú eres un melómano?
- “Entre melómano y frustrado, de haber sido músico yo. Uno mete en los personajes, frustraciones, ambiciones, rollos. De alguna manera la idea fue conectar la música estéticamente no solamente desde lo sonoro. Y por otro lado, está la idea de conectar la música como un elemento narrativo, como un objeto de deseo, en este caso. Y en tercer lugar, conectar la música con un espacio de creación, pero la creación como un lugar oscuro, doloroso”.

“Comencé a escribir un guión y después trabajé con Mateo Iribarren , lo presentamos al Fondart, y lo ganamos, después obtuvimos el apoyo de Ibermedia, y le presenté el proyecto a mis hermanos. Nos demoramos 2 años en conseguir la plata”, cuenta el realizador. “De repente pasó, era real. El cine tiene eso, partí solo, muy solo, y de repente se va sumando gente y más gente”.

-A propósito de tus hermanos. Ellos son abogados, ¿cómo entraron en el proyecto?
- “Hernán es abogado de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez y Juan, abogado pero no ejerce, y es empresario, tiene restaurantes como el Opera Catedral, y tenía experiencia en producción. Pero más que nada se interesaron en la aventura de hacer esto, y también les gustaba el guión. Tuve la suerte de hacer un guión que convocara gente. Y digo suerte, porque resultó ser un tema que produjo atracción por lo menos al realizarlo –ya veremos si produce a la hora verlo-, pero sí al hacerlo, porque la gente se calentaba”.

LA MINISTRA EN PANTALLA

Protagonizada por Benjamín Vicuña y el argentino Gastón Pauls (“Nueve reinas”), también tiene en su elenco a Alfredo Castro, Francisca Imboden, Héctor Noguera, María Izquierdo, Willy Semler, Alejandro Trejo, Luis Dubbó, Mateo Iribarren y Paulina Urrutia, quien ha tenido pequeños roles en filmes como “Johnny cien pesos” (y su ya clásico “Le cortó tóa la mano a mi papi”), “Cachimba” y “Play”.

La ahora ministra de Cultura está excelente como parte de un grupo de músicos decadentes, y en un momento del film, aparece “jalando” cocaína, en una escena ya ha llamado la atención de más de alguien.

“Cuando salió la nómina de ministros, la película ya estaba en el laboratorio”, dice Larraín. “Yo estudié periodismo y sé que hay una noticia allí, evidentemente. Algo va a pasar, pero no sé qué”.

“Lo único que hay que decir sobre esto, por lo menos de mi parte, es que la considero una gran artista, que además sea una gran política, maravilloso. Pero ella es un actriz de tremenda trayectoria y está actuando. No he hablado con ella del tema, pero hay una sola forma de afrontarlo: es un trabajo profesional”.

viernes, marzo 17, 2006

MUTANTE DE MENTE




Uno de los cineastas más originales e inquietantes, vuelve a la pantalla con “Una historia de violencia”, a estrenarse el 16 de marzo, una de las mejores películas del último tiempo y casi ignorada para los Oscar. Encasillado como director de films de horror, lo suyo es el escudriñar las zonas oscuras de la mente, el alma y el cuerpo humano.

Para David Cronenberg, todos somos mutantes. La especia humana parece estar en constante transformación o quizás, degeneración, a causa de una serie de estímulos y contextos que afligen al hombre contemporáneo. El sexo y la violencia, la corrupción del cuerpo como somatización de la degradación espiritual o la enajenación mental, han sido algunos de los motivos que han inspirado su cine.

Por eso se ha convertido en un cineasta de culto. Encasillado como director de films de horror, lo suyo va más por escudriñar las zonas más oscuras de la mente, el alma y el cuerpo humano. Claro, que a veces lo haya hecho en películas donde a los protagonistas le estallan las cabezas o se metamorfosean en insecto, ha contribuido a su fama de maestro del cine fantástico.

Pero los horrores que le interesan a Cronenberg son más profundos. Y la mayoría de las veces, vienen desde el interior de nosotros mismos. En su más reciente película, estrenada con éxito en el pasado Festival de Cannes, el realizador de “Scanners” y “La mosca”, vuelve a dejar de lado el cine fantástico para contarnos “Una historia de violencia”, que se estrena el jueves 16 de marzo.

Quizás una de las mejores películas del año pasado, merecía estar en la nómina de mejor película y mejor director, pero claro, no es sorpresa que haya sido ninguneada por los Oscar (sólo postula a guión adaptado y actor de reparto por William Hurt). El film eEstá protagonizado por Viggo Mortensen (“El señor de los anillos”), quien encarna al dueño de una fuente de soda de un pequeño pueblo que parece tener una vida de los más integrada y tranquila. Todo hasta que un par criminales entra a su local y pon en riesgo a lo suyos. Entonces, este padre de familia empujado por el instinto de la defensa propia, elimina diestramente a los dos tipos.

Esto lo convierte en una suerte de héroe de la comunidad y rápidamente en una celebridad no sólo local. Y ahí empiezan los problemas de verdad, porque esta notoriedad trae de vuelta un pasado que no quiere revivir. La cinta, en que también actúan Maria Bello y Ed Harris, está basada en un comic de John Wagner y Vince Locke.

"Detrás del tema principal del robo que acaba en heroica defensa, hay cosas inquietantes. Es un "thriller" interesante porque tiene mucho de atípico. Admite diferentes lecturas, y la trama principal es sólo una de ellas", ha dicho Cronenberg.

SEXO Y VIOLENCIA
De origen canadiense, Croneberg pasó de la bioquímica al la literatura y de ahí al cine, comenzando en la realización de cortos que ya develaban sus intereses y obsesiones. La fantasía, las mutaciones, el sexo y la violencia, además de una postura no muy optimista que digamos sobre la condición humana, marcaron desde el inicio la temática de sus trabajos.

Tras sus dos primeros largometrajes, “Shivers” y “Rabia”, que tenían en común el tema del contagio biológico de pulsiones básicas, con un tono de película de terror de cine B y con la ya habitual mezcla de sexo y sangre, Cronenberg realizó su primera gran película “El engendro del diablo” (“The brood”, 1979), donde una mujer somatiza su rabia en pequeñas criaturas que asesinan a quienes la rodean.

La escena final, donde se ve como gesta a uno de estos seres desde una placenta adherida a su piel y corta con sus dientes un remedio de cordón umbilical, y que remata con el estrangulamiento de la mujer enloquecida a manos de su ex marido, es de antología. Más aún si se tiene el antecedente que el director la filmó como terapia para su propio divorcio. “Es mi guión más autobiográfico, su escritura fue muy compulsiva y es mi versión personal de “Kramer vs Kramer”, aunque mucho más realista”, ha comentado su realizador.

Luego vendría la consagración internacional con “Scanners” (1980), uno de sus mayores éxitos, seguida de dos de sus películas más inquietantes. “Videodrome” (1982), con James Wood como un ejecutivo de televisión que se ve envuelto en una asfixiante trama de películas snuff y realidad virtual. Y “La zona muerta” (1983), adaptación de una novela de Stepehen Kina, con Christopher Walken –excelente- como un hombre con la maldición de predecir el futuro.

En 1986 entra al establishment hollywoodense con un film por encargo de Mel Brooks: un remake del clásico de terror de los años 50, “La mosca”, que Cronenberg supo hacer suyo y convertir en una metáfora del envejecimiento a través de la historia de un científico y su paulatina transformación en insecto. Esta película fue su mayor éxito de taquilla, ganó un Oscar por el. Pero Cronenberg seguía fiel a sus obsesiones y rechazó la secuela así como había rechazado varios proyectos ofrecidos no muy afines a sus intereses (dentro del anecdotario figura desde “El regreso del Jedi” a “Alien IV”, pasando por “Top gun”, “Testigo en peligro”, “Flashdance, “El Vengador del futuro”, “Un detective suelto en Hollywood” y una versión de Frankenstein).

SALVAJE Y COMPASIVO
Fue entonces que tras un par de años de muchos problemas y varios intentos, logró realizar la que sería su obra maestra. “Mortalmente parecidos” (“Dead ringers”, 1988), con Jeremy Irons en el doble papel de los gemelos Beverly y Elliot Mantle. Basada en un caso real, contaba la historia de estos dos hermanos ginecólogos, obsesionados con el sexo desde pequeños pero de personalidades muy distintas, y que al enamorarse de una misma mujer hacen estallar los conflictos que han arrastrado toda su vida.

Posteriormente, ha continuado explorando con perseverancia aquellos rincones oscuros que nadie más desea ver. Algunas veces con más éxito que otras. Pero consecuente con su línea artística de experimentación. Haciendo adaptaciones de obras inadaptables como “El almuerzo desnudo”, de William Burroghs (1991) o “Crash” (1996), de Ballard. Y aunque en el último tiempo sus películas no han tenido gran repercusión y ni siquiera se han estrenado en Chile (como “eXistenZ” y “Spider”), “Una historia de violencia” lo vuelve al sitial que le corresponde, con su mayor logro desde “Mortalmente parecidos”.

“Hay una belleza verdadera en lo que algunos consideran repulsivo”, ha dicho Cronenberg, en una suerte de declaración de principios. “Es mi forma de verlo, y a veces se me hace difícil expresarlo. Por encima de todo, quiero ser honesto (...) Yo no me mantengo firme ante ninguna regla o principio, tomo las cosas tal y como van llegando”.

Admirado por muchos de sus colegas, entre ellos John Carpenter que ha dicho que Cronenberg es mejor que toda su generación de cineastas junta, incluso ha actuado en pequeños roles para otros directores que son parte de su fan club, como Clive Barker y John Landis.

Martin Scorsese, nada menos, ha dicho de él: “Las mejores películas de Cronenberg aún conservan la capacidad de causar una especie de shock cultural jungiano, como las de Buñuel, o las obras de Francis Bacon. Son ingeniosas y traumáticas, salvajes y compasivas. Dentro de un género que mucha gente considera limitado, él ha sabido florecer con una visión genuinamente original: metáforas internas y horror externo. Pienso mucho sobre sus películas. Y desearía no hacerlo”. Somos dos.


OBSESIONES FUTURAS
A punto de cumplir 63 David Cronenberg está más activo que nunca, y tiene varios proyectos en carpeta. Su próxima película parece ser "Eastern Promises", un thriller ambientado en Londres, sobre una joven mujer casada que inicia una investigación acerca de una misteriosa chica rusa, que falleció al dar a luz en vísperas de la Navidad en el lugar donde trabaja como enfermera. Las cosas se tornarán trágicas cuando descubra la conexión entre la muchacha y una mafia que trafica mujeres para utilizarlas como esclavas sexuales.

Además, el realizador tiene en carpeta "Maps to the Stars", sobre la vida de una joven estrella de la televisión estadounidense, que es adicto a la heroína y "London Fields" una postergada adaptación del libro de Martin Amis.

Esta historia se centra en la promiscua vida una joven, quien presiente que puede ser asesinada por uno de los hombres que conoció en un bar londinense; por ello decide humillar a ambos, haciéndolos caer en una red de auto-destrucción.

En el camino quedó otro proyecto que trabajó algún tiempo: el thriller de ciencia-ficción "Painkillers", que narraba una historia futurista sobre un detective que debía salvar a la humanidad, sumergida en un mundo donde la cirugía es la nueva forma de sexo y el dolor, un placer prohibido. Sonaba bien.

lunes, marzo 06, 2006

SE NOS FUE JACK WILD








Quizás algunos ni lo recuerden.
Era el chico con cara de pillo de "Oliver!", y fue incluso nominado al Oscar por su papel en la versión musical de la obra de Dickens.
Ahí aparecía con su compadre Mark Lester (el rubio) otro que fue estrella adolescente y nunca más se supo. Ambos trabjaron en esa cinta de culto con música de los Bee Gees que es "Melody", por la que tantas veces me han preguntado. Sé de gente que ha buscado una copia por cielo, mar y tierra.
Jack también fue el protagonista de "La flauta mágica", serue freak de culto para niños con personas disfrazadas de muñecos conocida como "Pufnstuf". Esa del dragón cabezón que vivía en una isla mágica y una bruja los perseguía. Es muuy vieja.
Que más. Jack estuvo en una versión del "Flautista de Hamelin" , y poco más hizo. A lo más estuvo por ahí en un papel chico en "Robin Hood", la de Kevin Costner. De adulto casi no actuó, debido a una de esas típicas vidas de exceso y copete que caga a tantos actores. El año pasado dijo en una entrevista a la BBC: ""What I learned very quickly was that my lifestyle had made me a walking time bomb. I was a heavy smoker and an even heavier drinker and apparently together they are a deadly mixture."
Falleció la semana pasada de un cáncer a la boca. Vaya el recuerdo entonces...

miércoles, febrero 22, 2006

MONOS EN CELO







Mujeres exuberantes y potentes ejemplares masculinos, delineados por el magistral uso del aerógrafo, hacen fantasear a millones de seguidores del Noveno Arte. De vocación intransigentemente contestataria, los autores del cómic erótico defienden sus trazos y se oponen a la tijera y a la censura. Aquí proponemos una pequeña guía para no perderse en este laberinto de viñetas rebosantes de sensualidad.

Aunque para muchos sigue siendo cosa de niños, hace rato ya que la historieta ganó la mayoría de edad, entregando a la posteridad grandes obras de destacados maestros. Aun así, el mal llamado “cómic para adultos” suele ser identificado en forma simplista con pura pornografía, cuando entre sus diversas manifestaciones incluye desde el género policial al histórico, pasando por la ciencia ficción, el cómic de autor, el experimental, las adaptaciones literarias y un sinfín de expresiones creativas.

El erotismo, omnipresente en todas las artes, no podía quedar fuera del cómic. Y es que el cómic erótico existe y tiene a su haber artistas y trabajos importantes, alejados de la poco creativa pornografía, entendida como aquellas historietas sin contenido o audacia formal, que -al igual que su bastarda parienta cinematográfica-, se dedican solamente a la exhibición de miembros erectos, vulvas hambrientas y coitos constantes sin ninguna justificación narrativa.

Mujeres exuberantes y potentes ejemplares masculinos han desfilado en los cuadritos de múltiples historietas, llenándolas de sensualidad, pero, a la vez, de un aporte a la madurez del llamado Noveno Arte. Ya en los años ‘40, cuando la aventura comenzó a proliferar en el trabajo editorial, aparecieron gallardos galanes y audaces heroínas que sugerían la vieja e inevitable atracción entre los sexos. Pero el férreo control impuesto por los syndicates (las empresas que distribuían las historietas en los periódicos) mantenía a Eros a raya. A lo más se insinuaban curvas turgentes bajo los trapos selváticos o los ropajes futuristas. Jane, la compañera de Tarzán, o Dale Arden, la pareja de Flash Gordon, eran las bellas en peligro que los héroes debían rescatar, pero también podían aparecer como mujeres de armas tomar, que luchaban por sus hombres. Claro que en algunos países, debido a la férrea fiscalización de la moral a cargo de gobiernos opresivos, estas voluptuosas chicas de las historietas eran censuradas y simple y llanamente, se les “borraban” –literalmente- las curvas, para dejarlas planas y castas.

BARBARELLA Y VALENTINA

No fue hasta los años ’60, gracias a los vientos renovadores de la contracultura, la revolución sexual y los aires libertarios que recorrieron la sociedad entera, que el cómic también se destapó. Fue el tiempo en que recién el cómic era tomado en serio y se veía como un arte incipiente del gusto del público adulto. Uno de los primeros en demostrarlo fue el francés Jean Claude Forrest, el autor de la ya mítica “Barbarella”.

Heroína feminista intergaláctica (encarnada en el cine por Jane Fonda), Barbarella vivía peligrosas aventuras en el espacio a la vez que desprejuiciadas odiseas sexuales con los más diversos y extraños personajes. Inspirada en Briggite Bardot, fue “una puesta al día de la ingenua libertina, de Colette”, al decir del destacado especialista Roman Gubern, “con su desenvuelta y desinhibida sexualidad fruto de una candorosa moral más allá del bien y el mal, acorde con las propuestas mitológicas del arquetipo femme-enfant en la cultura de masas”.

La vanguardia del cómic europeo, donde primero se consolidó la idea de autor, dio cabida a grandes guionistas y dibujantes, como el español Enric Sió con “Mara” y el italiano Guido Crepax y su creación “Valentona”. Según el cineasta Carlos Saura, gran seguidor del trabajo de Enric Sió, “Mara es la plasmación de algo soñado donde un erotismo sadomasoquista campea respetuosamente sobre el limpio diseño y las tenebrosas oscuridades”.

En el libro “Guido Crepax”, suerte de autobiografía del autor francés, se describe así a su magnético personaje: “La encarnación de Louise Brooks, la soñadora masoquista, la fotógrafa dominante, la exhibicionista romántica, la bellísima andrógena, la dulce muchacha con el culo más bello del mundo (como “Justine”). La incomparable Valentina había nacido”.

En Estados Unidos, al calor del movimiento contracultural, avalado a la vez por el surgimiento del Pop Art, surgió un importante movimiento de cómic desprejuiciado, adulto y alejado de las grandes empresas editoriales. Su máximo exponente es el genial Robert Crumb, autor de vocación intransigentemente contestataria, y el creador de todo un símbolo de la lucha contra la hipocresía de su sociedad: “El Gato Fritz”. Felino jaranero, promiscuo y vividor, Fritz vivía aventuras urbanas cargadas de sexo, drogas y alcohol. El gato y sus demás personajes, además de una serie de divertidas y corrosivas historias -muchas de carácter autobiográfico- ilustraron con un estilo satírico y grotesco el fetichismo, las fantasías y frustraciones sexuales de toda una generación.

UNDERGROUND

Cobijados en un principio en el mismo movimiento marginal, surgieron otros dibujantes que se inclinaron por el género de la fantasía heroica, con héroes llenos de músculos y testosterona y heroínas de una sexualidad exagerada que vivían desencantadas aventuras en mundos lejanos y exóticos. Con poca ropa y espada en mano, los caracteres de Fran Frazetta y Richard Corben, por ejemplo, dieron origen a un vasto imaginario que mezclaba el erotismo y la épica. En especial Corben, que con una técnica que privilegiaba el volumen a través del magistral uso del aerógrafo se ha impuesto como todo un maestro, lo que se puede apreciar en sus mejores obras llenas de mutantes, en especial la serie de Den.

Gaetano Liberatore, creador del personaje Ranxerox, describe así los personajes femeninos dibujados por su colega Corben: “Sus mujeres jamás son figuras de diosas abstractas... Son muy reales y encarnan el deseo más primario de todo hombre con sangre en las venas”.

Como explica Dennis Wepman en “Richard V. Corben y el Arte de la Fantasía” (“Historia de los Cómics”, Toutain Ed.), “su obra siempre ha mostrado la figura humana de una forma franca y voluptuosa, pero Corben nunca ha sido pornógrafo; en 1981, cuando le preguntaron si creía que su obra era erótica, se puso pensativo y contestó que “puede que sensual”.

Dentro del auge del manga o cómic japonés, se encuentra una serie de artistas que hacen un magistral uso del sexo para la realización de historietas de diversos géneros. Autores como Wataru Watanabe, Shiyoji Tomo, Kaori Asano y otros muchos, han podido dar cuenta de una irónica libertad en un medio algo restrictivo. Con la única salvedad de no mostrar genitales, hay millones de páginas con las escenas de sexo más duro en las que un espacio en blanco o, al revés, una franja oscura, tapan lo justo y necesario. En enero un juez nipón, invocando un artículo del Código Penal, sentenció a un año de cárcel al editor de una publicación de manga, aduciendo que estas ilustraciones producen influencias nocivas para la moral sexual.

En Europa, son muchos los que han hecho del erotismo uno de los temas clave de su trabajo, llegando a experimentar en zonas más límites del género: el sadomasoquismo, la homosexualidad y el sexo duro. Es el caso de los italianos Eleuteri Serpieri y su saga de ciencia ficción “Druuna”, o Tanino Liberatore y su héroe cyberpunk “Ranxerox”, un androide en que la brutalidad es característica, ya sea en la violencia o el sexo. En Francia, se puede encontrar desde las rotundas mujeres del picaresco Georges Pichard, hasta el sexo como arma intelectual que desarrolló Gerard Lauzier en sus obras llenas de cinismo y desvelamiento social.

En Estados Unidos, la refrescante sexualidad de “Little Annie Fany”, de Harvey Kutzman, convertida en un clásico de Playboy, o los experimentos límites de Howard Chaykin en “Black Kiss”, mezcla de sexo explícito, aventura policial y vampirismo, son dos exponentes del cómic erótico contemporáneo.

Dos de los más destacados artistas del cómic erótico se pueden encontrar a ambos lados del Atlántico. Sacando la cara por el continente sudamericano está el sin par Horacio Altuna, dibujante de mujeres perfectas en su sensualidad y de historias llenas de humor y situaciones donde la libertad sexual y el absurdo van de la mano. Es autor, en conjunto con el guionista Carlos Trillo, de historietas de gran calidad y contenido, donde el humor y el erotismo son una herramienta más de una lograda crítica social, desencantada y certera, como se puede apreciar en “El Loco Chávez” y “El Último Recreo”, entre otras. En el plano intrínsecamente erótico, Altuna tiene un serie de relatos cortos realizados para la revista Playboy y compilados en un par de libros con su lúbrica batería de mujeres despampanantes, activas y desprejuiciadas.

¡CLIC!

Otro de los grandes exponentes del cómic erótico es italiano, y ha logrado componer un universo propio, rico en lecturas y expresividad, donde la aventura interior se mezcla con la exterior. Las protagonistas de sus historietas son casi siempre mujeres, bellas hasta la exasperación, de cuerpos perfectos, cargadas de una sexualidad explosiva y a veces fatalista. Como Claudia, que sólo puede expresar su arrebatador erotismo a través de un aparatito que controla a distancia sus impulsos en las cuatro partes de “¡Clic!”. O la inolvidable Miel, la protagonista de “El Perfume del Invisible” y otras historias, dueña de una sexualidad perturbadora, y que debe su nombre, como ella bien sabe demostrarlo, al peculiar sabor de su sexo.

“El erotismo alevoso, ornamental, juguetón, de Manara, tiene mucho de burla y nada de perversión, como un cuento del Decamerón o las exaltadas hazañas eróticas de Henry Miller”, escribió Juan Sasturain, eminente cómicólogo argentino. Y agrega sobre una de sus obras más exitosas y controvertidas, “¡Clic!”: “Una socarrona ironía recorre el relato lineal, aparatosamente explícito en su intención, disparatado en su mecanismo narrativo -el mágico aparatito- y mucho menos disparatado en su abierto e inteligente final. Reflexión jugosa, directa y divertida sin vueltas sobre la hipocresía y la represión sociales y los oscuros recovecos de la mente frente a la majestad del deseo”.

En el mismo texto, Sasturain agrega una reflexión que se hace extensiva a toda la obra de Manara, y de alguna manera, al cómic erótico en general: “Es claro que el objeto estético privilegiado de Manara, es el hermoso cuerpo femenino en celo, que la intención básica es la reivindicación soberana del deseo y sus derechos tan postergados (...) En ¡Clic! Hace una fiesta blanca con el cuerpo de Claudia, un espectáculo con su hermosa calentura. A su alrededor se escandalizan -nos escandalizamos- los verdaderos monstruos, la aparentemente saludable legión de voyeurs y perversos que conviven dentro de la historieta o vacilan en su lectura”.